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La muerte anunciada del “ADN basura”

Daniel Iglesias Grèzes

Dos cosmovisiones enfrentadas

Inevitablemente, cada científico enmarca su labor científica dentro de su propia cosmovisión; y ésta, en tanto sea verdadera o falsa, puede ser una ayuda o un estorbo para esa labor. Las dos cosmovisiones principales que se enfrentan en nuestra cultura contemporánea son el monoteísmo cristiano y el ateísmo materialista. El cristiano cree que el principio y fundamento de todo no es la nada, ni el absurdo, ni el caos, sino Dios, el Ser Perfectísimo. Por lo tanto, sabe de antemano que la Razón es lo más originario: aunque exista el caos, hay un orden racional que lo incluye y trasciende. En cambio, para el ateo consecuente la razón es una realidad secundaria, derivada de un mundo que en el fondo es irracional.

Comparando los valores heurísticos respectivos de ambas cosmovisiones con respecto a dos fenómenos –los “órganos vestigiales” y el “ADN basura”–, veremos que hay problemas científicos que conviene abordar desde una perspectiva cristiana, en vez de una perspectiva atea.

Los órganos vestigiales

En El Origen de las Especies (1859), Charles Darwin argumentó que la existencia de numerosos “órganos vestigiales” (órganos que antes tuvieron una función pero ahora son inútiles) era una evidencia a favor de su teoría de la evolución y en contra de la creación de las especies. Darwin propuso como ejemplos de órganos vestigiales el apéndice, el cóccix, las muelas de juicio, etc. En 1893 Robert Wiedersheim publicó una lista de 86 órganos vestigiales.

Hoy se sabe que, en este punto, Darwin y Wiedersheim estaban equivocados: se han descubierto las funciones de casi todos esos supuestos órganos vestigiales y se sospecha que es imposible identificar órganos inútiles. Aunque casi todos los científicos siguen pensando que la evolución biológica ocurrió, hoy muchos descartan los órganos vestigiales como indicio de que la evolución ocurrió de un modo darwinista: una evolución aleatoria, no diseñada ni guiada por inteligencia alguna.

El ADN basura

Desde 1953, cuando Watson y Crick descubrieron la estructura de doble hélice de la molécula de ADN, los avances de la ciencia genética han sido enormes. La molécula de ADN está formada por un gran número de nucleótidos. Algunas secciones del ADN (los genes) conforman un código tal que tres nucleótidos corresponden a un aminoácido. Los aminoácidos son los “bloques” con los que se forman las proteínas, que a su vez son los componentes fundamentales de las células. Asombrosamente, el ADN es algo así como un plano con la información necesaria para construir proteínas y células.

En 1972 se dio en llamar “ADN basura” a las secciones del ADN que no codifican ninguna proteína. Se estima que alrededor del 98 % del ADN humano corresponde a esas secciones. Frente a este fenómeno, el científico adherido al “paradigma ateo” tiende fácilmente a formular la hipótesis de que esas secciones de ADN son “basura”, un producto no funcional del mecanismo aleatorio que impulsa la evolución darwinista. Por el contrario, frente al mismo fenómeno, el científico adherido al “paradigma cristiano” tiende fácilmente a formular la hipótesis de que esas secciones del ADN tienen funciones aún no descubiertas, pues toda la molécula de ADN es producto de un diseño inteligente.

En 2012, al publicarse los resultados de investigaciones del gran Proyecto ENCODE (ENCyclopedia Of Dna Elements),  se vio que éstos desestiman la hipótesis del “ADN basura”. El informe de ENCODE afirma que al menos el 80 % del ADN humano es funcional. Muchas secciones del ADN tienen funciones de regulación u otras, sumamente complejas, que los científicos apenas han comenzado a desentrañar. Casi todas las semanas se descubren nuevas funciones del ex “ADN basura”.

La idea de que la mayor parte de nuestro ADN es un residuo inútil de la evolución fue usada incesantemente por proponentes del darwinismo como prueba de la evolución darwinista. Para su desventura, esa idea resultó ser falsa. Sin embargo, una minoría de darwinistas militantes sigue defendiendo el mito del ADN basura. Un ejemplo de ello es Dan Graur, biólogo de la Universidad de Houston. En su reciente libro Ciencia Zombie, Jonathan Wells se refiere a él así: “En 2013, el biólogo Dan Graur criticó el ‘evangelio libre de evolución de ENCODE’ y acusó a sus investigadores de ‘conducirse con ligereza con el término función, al divorciar el análisis genómico de su contexto evolutivo’. (…) Graur argumentó que ‘si el genoma humano en verdad está desprovisto de ADN basura como lo implica el proyecto ENCODE, entonces un proceso evolutivo largo y no dirigido no puede explicar el genoma humano’. En otras palabras: ‘si ENCODE tiene razón, entonces la evolución [darwinista] es falsa’. Pero para Graur la evolución [darwinista] no puede ser falsa. ¿Su solución al problema? ‘Matar a ENCODE’”.

Concluyo que los prejuicios materialistas están impulsando a no pocos científicos hacia un callejón sin salida…

Artículo publicado originalmente el 09/10/2017 en el diario El Observador de Montevideo, bajo el pseudónimo «Bonifacio de Córdoba»).

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¿Hacia el fin del aborto legal en Estados Unidos?

Daniel Iglesias Grèzes

Julián Marías escribió que “la aceptación social del aborto es, sin excepción, lo más grave que ha acontecido en este siglo [XX]”. Se estima que de 1990 en adelante ocurrieron en el mundo unos 50 millones de abortos voluntarios por año. Esta estimación probablemente sea muy exagerada si se computan sólo los abortos quirúrgicos, pero puede ser cercana a la realidad si se incluyen también los abortos químicos y los embriones humanos descartados en las clínicas de reproducción humana artificial. Si damos esa estimación por buena, el aborto habría producido la eliminación deliberada de unos 500 millones de seres humanos inocentes sólo en la última década del siglo XX.

En la Antigüedad el aborto era raro, pero el infanticidio era frecuente. En general se daba a luz al niño y, si no era deseado, se lo mataba. La difusión del cristianismo, con su concepción de la sacralidad de la vida humana, hizo desaparecer casi totalmente ambas prácticas; pero el auge de las ideologías anticristianas en el siglo XIX hizo que el aborto dejara de ser raro en Occidente. Aunque todavía en 1960 los países con aborto legal eran pocos, la revolución sexual y cultural de los años ’60 y ’70 cambió el panorama. En 1973, en su dictamen sobre el caso Roe v. Wade, la Corte Suprema de los Estados Unidos legalizó el aborto, lo que contribuyó a la difusión del aborto legal en otros países. Desde 1973 hasta hoy se efectuaron unos 60 millones de abortos legales en Estados Unidos, de los que más de 8 millones fueron practicados por la Planned Parenthood Federation of America (PPFA).

La PPFA fue fundada por Margaret Sanger (1879-1966), la mayor promotora del “control de la natalidad” en Norteamérica. Sanger apoyaba la idea de crear una raza superior por medio de nacimientos selectivos. Para ello proponía la esterilización de los minusválidos y “débiles mentales”, grupo que, según ella, abarcaba al 20% de la población. La siguiente cita resume su pensamiento: “El aumento de la clase trabajadora debe regularse, ya que se compone de imbéciles benignos, que alientan los elementos defectuosos y enfermizos de la humanidad mediante su irresponsable enjambrar y engendrar. Tenemos que eliminar la ‘maleza humana’, segregar a los imbéciles, desajustados y mal ajustados y esterilizar a las razas genéticamente inferiores”.1 Sanger propuso la adopción de un Código Americano del Bebé que habría impuesto a los matrimonios la necesidad de obtener permisos especiales para tener hijos.

Planned Parenthood enfrenta graves problemas legales y de relaciones públicas desde 2015, cuando el Center for Medical Progress (CMP) comenzó a publicar una impactante serie de videos encubiertos que muestran a ejecutivos de la PPFA negociando la venta y regateando el precio de partes de cuerpos de bebés abortados. Además de documentar muchos casos de grosera insensibilidad y de indecente avidez de dinero de parte de esos ejecutivos, los videos del CMP muestran que la PPFA viola varias leyes, incluyendo las que prohíben la venta de restos de seres humanos abortados. A raíz de este gran escándalo, la PPFA está siendo investigada por varias organizaciones estatales y varios Estados le retiraron su financiación.

Los problemas de la PPFA se agravaron aún más en 2016, cuando Donald Trump ganó las elecciones presidenciales, con un plan de gobierno provida. Personas y entidades íntimamente vinculadas con la PPFA habían contribuido con US$ 16 millones a las campañas de Hillary Clinton y otros candidatos demócratas proabortistas. Después de la derrota de Clinton frente a Trump, la Presidente de la PPFA envió un email a todos los empleados de su organización reconociendo que se sentían devastados, enojados y tristes por el resultado electoral.

Pocos días después de iniciar su mandato, el Presidente Trump prohibió la utilización de fondos federales para promover el aborto fuera de los Estados Unidos. Sin embargo, el mayor temor de los proabortistas norteamericanos era que Trump remodelara la Corte Suprema de los Estados Unidos dándole una mayoría conservadora. Su temor se hizo realidad. En 2017 Trump nombró un miembro de esa Corte: el Juez Neil Gorsuch, decididamente provida. Después de eso la Corte Suprema quedó formada por cuatro miembros “liberales” (es decir progresistas), cuatro conservadores y uno “centrista”: el Juez Anthony Kennedy, que a menudo inclinaba la balanza de la Corte en uno u otro sentido.

El Juez Kennedy renunció a la Corte en 2018 debido a su edad avanzada. Ese año Trump logró nombrar a otro conservador (el Juez Brett Kavanaugh, católico) como miembro de la Corte Suprema, pese a la furibunda campaña progresista en su contra. Además, otro miembro de la Corte, la Jueza Ruth Bader Ginsburg, muy liberal, falleció el 18/09/2020 a los 87 años de edad. Trump propuso casi inmediatamente a la Jueza Amy Coney Barrett, católica, provida y madre de siete hijos, para llenar la vacante dejada por Ginsburg. El Senado confirmó el nombramiento de la Jueza Barrett el 26/10/2020 y ella asumió su cargo ese mismo día, una semana antes de la elección presidencial. De este modo insólito, en un solo período de gobierno, Trump logró una amplia mayoría conservadora en la Corte Suprema: seis jueces conservadores y tres liberales. Dado que los miembros de la Corte Suprema nombrados por Trump son relativamente jóvenes y que sus cargos son vitalicios, esto podría cambiar la tendencia de la Corte durante décadas. En ese escenario, la reversión del dictamen de Roe v. Wade podría producirse relativamente pronto, con un gran impacto favorable a la causa provida en el mundo. (*)

1) Margaret Sanger, El eje de la civilización, 1922.

(Artículo publicado originalmente el 20/09/2017 en el diario El Observador de Montevideo, bajo el pseudónimo «Bonifacio de Córdoba»; republicado aquí en 2021 con algunos añadidos, en especial lo referido a los nombramientos de los Jueces Kavanaugh y Barrett).

*) Nota posterior: El viernes 24/06/2022, fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, la Suprema Corte de los Estados Unidos, por seis votos contra tres, derogó el dictamen de Roe v. Wade, estableciendo que la Constitución de los Estados Unidos no confiere un derecho al aborto y devolviendo el tema de la regulación del aborto a la jurisdicción de cada Estado. Desde entonces muchos Estados han prohibido o restringido el aborto y muchas clínicas de aborto han cerrado.

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El gran secreto del Islam

Daniel Iglesias Grèzes

Reseña de: Odon Lafontaine (Olaf), Le grand secret de l’Islam. L’histoire cachée de l’islam révélée par la recherche historique [El gran secreto del Islam. La historia oculta del islam revelada por la investigación histórica], Paris 2015.1

En esta interesantísima obra (cuya cuarta edición, de 2020, tiene 141 páginas), el autor realiza un ejercicio de divulgación y desarrollo de una tesis doctoral en Teología y en Historia de las Religiones: Edouard-Marie Gallez, Le Messie et son Prophète, 2 tomes, Editions de Paris, 2005-2010. A su vez la tesis de Gallez es una síntesis del estudio histórico-crítico del Corán y del origen del Islam llevado a cabo por varias generaciones de islamólogos.

En primer término Lafontaine presenta la historia del Islam según la historiografía musulmana y un resumen de lo más esencial del dogma musulmán. Luego retrocede en el tiempo y narra el origen del cristianismo y de dos desviaciones post-cristianas: las corrientes gnósticas, que buscaban la auto-realización personal mediante el conocimiento, y el mesianismo global, que quería establecer el Reino de Dios en el mundo entero, mediante un programa político-religioso de erradicación de los malvados, guiado por el Mesías.

Después de la destrucción del Templo de Jerusalén en el año 70, algunos judeocristianos se separaron de la fe de los Apóstoles y formaron el grupo que el autor llama “judeonazarenos” y que los Padres de la Iglesia llamaron “ebionitas”. Desde el punto de vista étnico, los judeonazarenos eran judíos; desde el punto de vista religioso, los judeonazarenos constituían una herejía cristiana. Se consideraban a sí mismos como los verdaderos judíos y los verdaderos cristianos. Rechazaban la divinidad de Cristo y la Santísima Trinidad, la muerte de Cristo en la Cruz y su resurrección. Aceptaban como Sagrada Escritura sólo la Torah (o Pentateuco) y un Evangelio de Mateo adulterado (el apócrifo Evangelio de los Hebreos). Rechazaron el resto de la Biblia y también el Talmud del judaísmo rabínico. Esperaban la reconstrucción del Templo de Jerusalén y el retorno del Mesías Jesús, que establecería un Reino de Dios temporal en toda la tierra, con los judeonazarenos como colaboradores principales.

Pese a ser una pequeña minoría, los judeonazarenos sobrevivieron durante varios siglos e intentaron la conquista de Jerusalén en el siglo III. En el siglo VI renunciaron a su aislamiento étnico y planearon persuadir a las tribus árabes nómadas vecinas de ingresar en su proyecto mesiánico de reconquista de Jerusalén y la Tierra Prometida. El gran secreto del Islam es que originalmente el Islam no fue otra cosa que una alianza entre judeonazarenos y árabes, alianza en la que el rol principal correspondió a los judeonazarenos, que aportaron tanto la doctrina como la dirección del movimiento. En su origen, el Corán era un leccionario judeonazareno adaptado al árabe, es decir un conjunto de lecturas y comentarios de los textos sagrados de la secta que servía de apoyo al proselitismo judeonazareno entre los árabes. Atacaba con insistencia a los cristianos, llamándolos “asociadores” por haber “asociado” (supuestamente) al Hijo y al Espíritu Santo al único Dios. También atacaba al judaísmo rabínico (surgido después de Cristo), llamando “recubridores” a los judíos por haber “recubierto” en el Talmud los textos bíblicos referidos al Mesías.

Mahoma no fue un profeta, sino el líder político-militar de los árabes aliados a sus maestros judeonazarenos. No nació en La Meca, sino en Siria, en una tribu árabe. Aprovechando la relativa debilidad del imperio bizantino, en 613-614 la alianza judeonazareno-árabe intentó la conquista de Jerusalén sumando sus fuerzas a las de la otra gran potencia que disputaba el dominio del Medio Oriente con los bizantinos: los partos o persas. En 614 el ejército persa, apoyado desde adentro de la ciudad por una revuelta de los judíos, tomó Jerusalén y realizó una espantosa masacre, matando a unos 40.000 cristianos y deportando o esclavizando a otros 35.000. Los persas confiaron el gobierno de la ciudad a los judíos locales, frustrando el proyecto mesiánico de los judeonazarenos y sus aliados árabes. Pronto ambos grupos fueron expulsados de Jerusalén y de Palestina. En 622, el contraataque del emperador bizantino Heraclio impulsó a los judeonazarenos y sus aliados árabes a emigrar de Siria a Medina, en el norte de Arabia, donde había una fuerte comunidad judeonazarena. Esta huida (la Hégira) se convirtió luego en el año cero del calendario musulmán, pero la leyenda musulmana la transformó en una emigración de La Meca a Medina.

Mahoma murió hacia el año 632. Hacia 637, los Emigrados tomaron Jerusalén y comenzaron la reconstrucción del Templo edificando un gran cubo de piedra, mármol y madera, con la forma y las dimensiones del Sancta Sanctorum del antiguo Templo. La tradición islámica perdió luego ese recuerdo, designando al edificio como “la mezquita de Omar”.

“Los judeonazarenos invocan la figura del Mesías, apelan a su retorno. Pero el Mesías no vuelve. Los sacerdotes judeonazarenos intentan contemporizar con los guerreros árabes y sus jefes, impacientes de convertirse en los elegidos del nuevo Reino del Mesías Jesús. Pero pasa el tiempo y es forzoso reconocer que ellos han sido engañados. A partir de 640, los jefes árabes comienzan a dudar, comienzan a comprender: el mesías no volverá según el plan de los judeonazarenos, ellos han sido trampeados. Los maestros judeonazarenos son estafadores y traidores… Es la crisis en el seno de la umma [comunidad]. Pues bien, ¡que perezcan los judeonazarenos ya que no tienen un mesías ni un reino de los elegidos para dar a los árabes!

(…) Al eliminar a los jefes judeonazarenos, Omar ha matado dos pájaros de un tiro: no sólo se apropia de la conquista y del poder, sino que cree recuperar también el mando religioso. La intuición del islam acaba de nacer. Pero antes de que los elementos fundadores de su doctrina emerjan como tales se necesitarán casi 100 años –y antes de que se imponga y se estructure realmente, al menos dos siglos más.”2

Luego el autor describe la invención del Islam tal como lo conocemos hoy, basado en una manipulación de sus propios fundamentos históricos y religiosos, para justificar la dominación de los conquistadores árabes, borrando a los judeonazarenos. Se mantiene la idea de que los elegidos deberán dominar el mundo, pero ahora se identifica a los elegidos con los musulmanes árabes, descendientes de Abraham por Ismael. Más adelante se extendió esta noción, poniendo en pie de igualdad a todos los musulmanes (árabes y no árabes). Hacia 670 se construyó un santuario árabe en La Meca (en medio del desierto), atribuyendo su origen a Abraham e incluso a Adán. Los musulmanes dejaron de orar de cara a Jerusalén y pasaron a orar de cara a La Meca. Mediante la manipulación del Corán y la “industria” de los hadiths (recuerdos o comentarios de los primeros discípulos de Mahoma, textos exteriores con un discurso paralelo al del Corán) se atribuyó a Mahoma un rol de profeta eminente y de norma del Islam, recreando al personaje histórico y los eventos del proto-islam judeonazareno. Se alcanzó finalmente un número exagerado de más un millón y medio de hadiths, el equivalente a 137 hadiths por cada día de “vida pública” de Mahoma. En el siglo X se produjo la “cristalización” del Islam, con la sacralización absoluta del personaje de Mahoma y el fin del trabajo de reflexión teológica y de interpretación de los textos del Corán.

En el Capítulo titulado “Claves de lectura del discurso islámico a la luz de sus orígenes reales” el autor analiza primero algunas manipulaciones constitutivas del dogma islámico (pp. 94-104) y luego lo que el Corán dice veladamente del gran secreto del Islam (pp. 105-123). Esta última parte contiene muchos cuadros con tres columnas paralelas: la primera muestra uno o varios versos del texto recibido del Corán, la segunda muestra la interpretación musulmana “oficial” de esos versos y la tercera muestra su decodificación por medio del estudio histórico-crítico.

En la Conclusión (pp. 124-127) el autor reflexiona sobre el carácter totalitario del islamismo y su incapacidad para alcanzar los sueños mesiánicos de sus fundadores judeonazarenos, que han producido un Islam en guerra perpetua contra la humanidad, incluyendo la perpetua guerra civil entre musulmanes. El tiempo del Islam está contado, porque en algún momento deberá realizar él mismo su examen crítico. Como dijo Jesús: “Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres.”3

En suma, El gran secreto del Islam es un libro apasionante, bien escrito, ordenado y documentado, con excelentes gráficos e ilustraciones. Ojalá pronto sea traducido al español.

1) Libro puesto a disposición por el autor, según la licencia Creative Commons Attribution 4.0 International, sin utilización comercial ni modificaciones, en: https://legrandsecretdelislam.files.wordpress.com/2020/09/le-grand-secret-de-lislam-2020.pdf.

2) Odon Lafontaine, Le grand secret de l’Islam. L’histoire cachée de l’islam révélée par la recherche historique, p. 48; la traducción del francés es mía.

3) Juan 8,32.

(Artículo publicado originalmente en: www.quenotelacuenten.org, 20/05/2016; republicado en una versión resumida en: El Observador, Montevideo, 17/07/2017).

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¿Estamos destruyendo el clima de la Tierra?

Daniel Iglesias Grèzes

Actualmente la mayoría de los climatólogos sostiene la Teoría del Calentamiento Global Antropogénico Catastrófico (TCGAC). Antropogénico significa causado por el hombre. En esencia, la TCGAC afirma que el aumento de las emisiones humanas de dióxido de carbono (CO2), por medio del efecto invernadero atmosférico, es la causa principal del calentamiento global de la Tierra; y que ese calentamiento tendrá a no muy largo plazo efectos catastróficos: el derretimiento del hielo de los casquetes polares y el consiguiente ascenso del nivel de los océanos, más y mayores eventos climáticos extremos, etc. Llamo “catastrofistas” a quienes sostienen la TCGAC.

La TCGAC se impuso rápidamente en los ámbitos académicos, políticos, periodísticos, empresariales, etc. del mundo en torno a 1988, al punto que hoy la humanidad está gastando billones (o sea, millones de millones) de dólares para combatir el supuesto Calentamiento Global Antropogénico Catastrófico (CGAC). Sin embargo, la decisión del Presidente Trump de retirar a los Estados Unidos del Acuerdo de París amenaza con resquebrajar la hegemonía del catastrofismo climático. Éste parece un momento adecuado para reconsiderar el valor científico de la TCGAC.

Los catastrofistas suelen decir que el debate científico sobre la TCGAC ha terminado y que hay un consenso abrumador de los científicos a favor de la TCGAC. Empero, los debates científicos no se deciden por mayoría y el debate científico sobre la TCGAC continúa aunque una de las partes se niegue a debatir. Decenas de miles de científicos (incluso algunos Premios Nobel) se han manifestado escépticos respecto a la TCGAC. El escepticismo climático cubre un amplio espectro de opiniones: desde el escepticismo más radical, que niega el calentamiento global, hasta el más moderado, que admite un calentamiento global antropogénico pero duda que sea catastrófico, pasando por todas las posiciones intermedias, entre las que destaco la de quienes admiten un calentamiento global, pero natural y no catastrófico.

La TCGAC no se deduce directamente de las leyes fundamentales de la física, sino que se apoya en las proyecciones de modelos de computadora del clima, los que dependen de muchas simplificaciones e hipótesis. El célebre físico y matemático Freeman Dyson ha dicho que los modelos de computadoras de los climatólogos describen mal el mundo real: éste “está lleno de cosas como nubes, vegetación, suelo y polvo, que los modelos describen de un modo muy pobre”. De hecho hay decenas de esos modelos, que producen resultados bastante diferentes entre sí.

Por otra parte, recordemos que hay varias teorías científicas alternativas a la TGCAC. Una de ellas, desarrollada en los años ’90 por científicos daneses, sostiene que el Sol gobierna el clima de la Tierra: la actividad de las manchas solares altera el campo magnético solar, el que regula los rayos cósmicos que entran a la atmósfera de la Tierra; éstos a su vez regulan la mayor o menor nubosidad de la atmósfera, lo cual hace bajar o subir la temperatura global.

Consideremos once de los muchos argumentos esgrimidos por los escépticos.

  1. Estamos en un período cálido interglacial. A largo plazo corresponde esperar la próxima edad de hielo, con temperaturas entre 5 y 10 °C menores que las actuales.
  2. El Período Cálido Medieval (900-1300) fue tan cálido como el actual o más. Fue una edad de oro para la agricultura: p. ej., los vikingos cultivaban trigo en Groenlandia.
  3. Luego vino la Pequeña Edad de Hielo (1300-1850). El período cálido moderno (con un aumento de 0,7 °C en la temperatura global desde fines del siglo XIX hasta hoy) podría ser normal: la Tierra recuperándose de la Pequeña Edad de Hielo.
  4. De 1940 a 1975 hubo un enfriamiento global, que generó un catastrofismo muy similar al actual, pero de signo contrario.
  5. El calentamiento global de 1975 a 1998 fue seguido por la Gran Pausa (con una temperatura global casi constante) de 1998 a 2016. Los catastrofistas han ensayado sin éxito muchas teorías para explicar la Gran Pausa. Algunos reconocen que no pueden explicarla.
  6. Los modelos computacionales del clima están fracasando: ninguno de ellos predijo la Gran Pausa.
  7. No parece razonable pensar que el CO2 (un gas vestigial en la atmósfera) gobierna el clima de la Tierra, un sistema complejísimo, en el que intervienen cientos de factores: la radiación del Sol, la fuerza gravitatoria de la Luna, los volcanes, las corrientes oceánicas, etc. Sólo 4 de cada 10.000 moléculas en el aire son de CO2. En toda la historia, las emisiones de origen humano son responsables de agregar sólo 1 de esas 4 moléculas.
  8. Los registros históricos muestran que los casquetes polares tienen ciclos naturales de crecimiento y disminución y que los océanos se elevan sobre todo por causas naturales. Desde la última edad de hielo han subido unos 120 metros y actualmente ascienden a una velocidad bastante estable de unos 0,2 metros por siglo. No hay nada que podamos hacer al respecto, salvo seguir adaptándonos a ese cambio, como lo hemos hecho por miles de años.
  9. No hay evidencias de que los eventos climáticos extremos estén aumentando globalmente.
  10. El CO2 no es un contaminante peligroso. Es alimento para las plantas y no es dañino para los humanos hasta niveles muchísimo mayores que los de la atmósfera.
  11. Tanto el sentido común como los estudios científicos aseguran que se enferma y muere más gente en las estaciones frías que en las cálidas.

Los catastrofistas suelen comparar a los escépticos respecto a la TCGAC con los defensores de la Tierra plana o los negacionistas del Holocausto. Algunos han llegado a pedir la cárcel o incluso la muerte para esos escépticos. Al parecer, la histeria catastrofista está produciendo el efecto contrario al esperado. A la gente común le importa cada vez menos el supuesto CGAC y cada vez más el enorme costo de las políticas basadas en la TCGAC. Si la Gran Pausa continúa, la TCGAC podría tener los días contados.

(Artículo publicado originalmente el 05/06/2017 en el diario El Observador de Montevideo, bajo el pseudónimo «Bonifacio de Córdoba»).

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“La base de nuestra sociedad”

Daniel Iglesias Grèzes

La Ley uruguaya y el matrimonio

El Art. 40 de la Constitución Nacional dice: “La familia es la base de nuestra sociedad. El Estado velará por su estabilidad moral y material, para la mejor formación de los hijos dentro de la sociedad.”

Por otra parte, en la celebración de un matrimonio civil, el oficial del Registro Civil suele decir lo siguiente: “El matrimonio civil, base, principio y fundamento de la familia, es obligatorio en todo el territorio del Estado”. Esta fórmula, basada en el Art. 83 del Código Civil, contiene una interpolación (las palabras destacadas en negrita) cuyo propósito es subrayar que la familia-base-de-la-sociedad es, para el Estado uruguayo, la familia basada en el matrimonio.

Dos golpes dados a escondidas

Gran parte de la opinión pública desconoce que dos leyes recientes (que aparentemente tratan de otros temas) propinaron subrepticiamente dos golpes graves contra el matrimonio, “fundamento de la familia”, “base de nuestra sociedad”.  En ambos casos se modificaron aspectos importantes del derecho matrimonial sin que mediaran mayores discusiones en el ámbito político o en la prensa.

A) El Art. 22 de la Ley Nº 18.246 (Unión Concubinaria), de 2007, dice lo siguiente (énfasis agregado): “Sustitúyese el artículo 127 del Código Civil por el siguiente: ‘ARTÍCULO 127.- Los cónyuges se deben fidelidad mutua y auxilios recíprocos. La obligación de fidelidad mutua cesa si los cónyuges no viven de consuno.’”Ahora bien, “de consuno” significa “juntamente, en unión, de común acuerdo”. Por ende, la Ley citada vació totalmente de sentido a la obligación legal de fidelidad matrimonial, porque ahora esa obligación cesa cuando cualquiera de ambos cónyuges, rompiendo por su sola voluntad el común acuerdo previo, desea que cese. En la práctica, esto significa que ya no existe una obligación legal de fidelidad matrimonial en serio.

B)El Art. 10 de la Ley N° 19.075 (Matrimonio Igualitario), de 2013, dice lo siguiente (énfasis agregado): “Sustitúyese el artículo 187 del Código Civil por el siguiente: ‘ARTÍCULO 187.- El divorcio solo puede pedirse:… 3°) Por la sola voluntad de cualquiera de los cónyuges…’” Dado que en Uruguay existía desde principios del siglo XX el divorcio por la sola voluntad de la mujer, esta modificación equivalió, para los matrimonios heterosexuales, a la introducción del divorcio por la sola voluntad del varón. No se escucharon protestas de ninguna feminista contra esta nueva causal de divorcio, semejante al repudio islámico.

Consecuencias

¿Cómo han incidido estos cambios legales en la institución matrimonial? Una visita al sitio web del Instituto Nacional de Estadística (INE) aporta varios datos de interés. Mencionaré tres.

1) La sección de Estadísticas Vitales muestra, entre otras cosas, las series históricas de matrimonios y divorcios. Sin embargo, mientras la serie de matrimonios presenta los datos de 1961 a 2017, la serie de divorcios comienza en el mismo año pero se interrumpe en 2004, (¿casualmente?) el año en que por primera vez el número de divorcios superó al número de matrimonios. El INE afirma que no dispone de esa serie de datos de 2005 en adelante. Hay dos explicaciones posibles: o bien el organismo que recababa esos datos ha dejado de hacerlo, o bien sigue recabándolos pero ya no los comunica al INE. En cualquier caso los tres gobiernos sucesivos del Frente Amplio, por la razón que sea (incompetencia, ideología u otra), fueron responsables de no seguir ofreciendo a la ciudadanía esa información tan importante.

2) La sección mencionada contiene otra serie de datos, que cubre sólo el departamento de Montevideo y el período 2011-2017, y se refiere, no a divorcios, sino a “asuntos iniciados correspondientes a divorcios”. Cabe suponer que, a la corta o a la larga, casi todos esos “asuntos iniciados” terminan en un divorcio. Pues bien, esa serie muestra que de 2012 a 2014 los “asuntos iniciados” correspondientes a “divorcio por sola voluntad” se multiplicaron por cinco. Como dije antes, el divorcio por la sola voluntad del varón fue aprobado en 2013.

3) La cantidad de matrimonios en todo el país descendió dramáticamente en las últimas décadas, desde un máximo de 25.310 en 1974 a un mínimo de 9.501 en 2015.

Causas

La cultura dominante tiende a ver al matrimonio como un mero contrato, cuyas cláusulas no provienen de la naturaleza humana, sino de la voluntad de las partes contratantes, condicionada en parte por el consenso social mayoritario. En esta visión subjetivista no hay lugar para las propiedades esenciales del matrimonio cristiano (heterosexualidad, monogamia, fidelidad, indisolubilidad, apertura a la procreación, etc.). Más aún, gracias al individualismo imperante, se ha permitido disolver el matrimonio civil por la sola voluntad de una cualquiera de ambas partes, sin más causa que esa misma voluntad y sin que medie necesariamente ninguna culpa de la otra parte. Este tipo de divorcio (que los norteamericanos llaman “no fault divorce”) produce una terrible banalización del matrimonio civil, que termina siendo a menudo un contrato menos serio que el contrato de un servicio de televisión por cable. ¿Es de extrañar que un matrimonio civil así concebido, habiendo perdido casi todo vestigio de su esencia natural, caiga en crisis?

(Artículo publicado originalmente el 23/04/2018 en el diario El Observador de Montevideo, bajo el pseudónimo «Bonifacio de Córdoba»).

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Homenaje a Solzhenitsyn

Daniel Iglesias Grèzes

Hoy se cumplen diez años de la muerte de Aleksandr Solzhenitsyn. Además, este año se cumplirá el primer centenario de su nacimiento. Por lo tanto, este es un momento propicio para un homenaje a ese extraordinario escritor e historiador.

Dos anécdotas

Compartiré con ustedes dos pequeñas historias que leí hace mucho, y cuyas fuentes respectivas me resulta imposible reencontrar hoy.

Primera. Durante la era soviética, un hombre de letras ruso estaba en su apartamento de noche, en pijama y con pantuflas, leyendo por primera vez una obra de Solzhenitsyn. De repente dejó el libro, se vistió de traje y corbata, se puso sus mejores zapatos, se sentó a la mesa y retomó la lectura. Se había dado cuenta de que tenía en sus manos un nuevo clásico de la literatura rusa y le había parecido irrespetuoso seguir vestido informalmente mientras leía algo de tanto valor.

Segunda. Una vez preguntaron al teólogo católico suizo Hans Urs von Balthasar, hombre de vastísima erudición, lo siguiente: “¿Si usted tuviera que preservar para la posteridad un solo libro del siglo XX, cuál elegiría?” Von Balthasar respondió que elegiría Archipiélago GULAG, la obra magna de Solzhenitsyn, una sobrecogedora descripción de los campos de concentración soviéticos, basada en los testimonios de 227 sobrevivientes.

Algunos datos biográficos

Aleksandr Solzhenitsyn nació en Kislovodsk (Rusia) el 11 de diciembre de 1918. Estudió matemática y física. Después de graduarse, sirvió en el Ejército soviético durante la Segunda Guerra Mundial. Pese a haber recibido dos condecoraciones por acciones valerosas, en 1945 fue arrestado por expresar opiniones antiestalinistas en cartas enviadas a un amigo desde el frente de guerra. Fue condenado a ocho años de trabajo forzado y posterior destierro perpetuo. Su cautiverio inspiró varias de sus primeras obras literarias. Durante el gobierno de Kruschev fue liberado (1956) y se le permitió publicar, primero Un día en la vida de Iván Denísovich (1962), que tuvo un gran éxito de ventas, y luego algunas otras obras. Pronto volvió a ser víctima de la censura oficial y a sufrir persecución. En 1969 fue expulsado de la Unión de Escritores Soviéticos. En 1970 recibió el Premio Nobel de Literatura, «por la fuerza ética con la que ha continuado las tradiciones indispensables de la literatura rusa». Fue expulsado de la Unión Soviética en 1974. Vivió en el exilio en los Estados Unidos desde 1975. Tras la disolución de la URSS (Navidad de 1991), en 1994 regresó a Rusia, donde fue recibido como un héroe. ​Falleció a los 89 años en su casa, cerca de Moscú, el 3 de agosto de 2008. Cristiano militante, denunció enérgicamente la inhumanidad, no sólo del estalinismo, sino del comunismo ruso en todas sus fases, de Lenin en adelante; y en su exilio criticó también con fuerza el vacío espiritual de Occidente, marcado por el secularismo y el materialismo práctico. En este sentido, pese a su visión errónea de la Edad Media, es muy interesante su discurso del 08/06/1978 en la Universidad de Harvard sobre la crisis moral de Occidente.

La rueda roja

Solzhenitsyn fue un profeta con una misión: decir la verdad sobre la miseria moral de la Revolución Rusa y sus consecuencias. En las últimas etapas de su vida se esforzó mucho para escribir una serie de novelas históricas sobre la Revolución Rusa, titulada La rueda roja. De los veinte volúmenes que había concebido llegó a publicar diez, agrupados en cuatro novelas que forman una tetralogía de más de 6.600 páginas: Agosto de 1914, Octubre de 1916, Marzo de 1917 y Abril de 1917. La rueda roja describe las fases sucesivas de un gran triunfo del Mal a causa del olvido de Dios. La decisión de escribir la primera de esas novelas la había tomado a los 18 años.

Un ejercicio saludable

Durante mucho tiempo, siguiendo la línea política del Partido Comunista, muchos intelectuales de izquierda trataron a los disidentes soviéticos como viles traidores o incluso agentes de la CIA. A todos los lectores, pero muy especialmente a quienes, por pensamiento, palabra, obra u omisión, fueron partícipes de esa calumnia, les recomiendo el saludable ejercicio de leer o releer cualquiera de las obras principales de Solzhenitsyn: El primer círculo, La casa de Matriona, etc.  

Tres chispazos de su genio literario

La novela corta Un día en la vida de Iván Denisovich, que describe los terribles padecimientos de un día de rutina de un prisionero en un campo de trabajo siberiano bajo Stalin, termina así: “Hubo tres mil seiscientos cincuenta y tres días como este en su condena. Desde el primer estruendo del riel hasta el último estruendo del riel. Los tres días extra fueron por los años bisiestos.”

La introducción de Archipiélago GULAG comienza así: “En el año 1949, unos amigos y yo dimos con una nota curiosa en la revista Priroda de la Academia de Ciencias. Decía en letra menuda que durante unas excavaciones en el río Kolymá se había descubierto (…) una capa de hielo subterránea. Esa capa había conservado congelados desde hacía decenas de miles de años especímenes de la misma fauna (…). Fueran peces o tritones, lo cierto es que se conservaban tan frescos (…) que, tras desprenderles el hielo, los integrantes de la expedición se los habían comido ahí mismo con sumo placer. Podría parecer que la revista pretendía impresionar a sus pocos lectores con la alta capacidad del hielo para conservar el pescado. No obstante, pocos supieron captar el otro sentido, más verdadero y épico, que tenía la imprudente nota. En cambio, mis amigos y yo lo comprendimos enseguida. Pudimos imaginarnos nítidamente la escena hasta en el menor detalle: los integrantes de la expedición quebrando el hielo ávidos y presurosos, y cómo, pasando por alto los excelsos intereses de los ictiólogos, luchaban a codazos por hacerse con un trozo de pescado milenario, derretirlo al fuego y saciar su hambre. Lo comprendimos porque nosotros mismos fuimos en su día integrantes forzosos de este tipo de expediciones, habíamos pertenecido a la poderosa y singular estirpe de los zeks [los prisioneros de los campos de trabajo soviéticos], la única del mundo capaz de comerse un tritón con sumo placer.”

Termino citando íntegramente un relato cortísimo de Solzhenitsyn, Empezando el día:

“Al amanecer, treinta jóvenes salieron corriendo al claro del bosque, se ubicaron cara al sol y empezaron a inclinarse, saludar, postrarse, levantar los brazos, arrodillarse. Y así durante un cuarto de hora.

Si los miráramos desde lejos podríamos creer que están rezando.

Actualmente a nadie le extraña que el hombre sirva cada día a su cuerpo con paciencia y atención.

Pero qué ofendidos estarían todos si sirviera de esta manera a su espíritu.

No, no era una oración. Era la gimnasia matutina.”

(Artículo publicado originalmente el 02/08/2018 en el diario El Observador de Montevideo, bajo el pseudónimo «Bonifacio de Córdoba»).

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La actual crisis de la Iglesia Católica

Daniel Iglesias Grèzes

La Iglesia Católica está conmocionada por la tercera gran ola de revelaciones sobre abusos sexuales de menores por parte de sacerdotes, después de las de 2002 y 2010.

El abuso sexual es siempre un crimen odioso, más aún cuando la víctima es menor de edad; y, si el abusador es sacerdote, el abuso sexual es especialmente abominable. El sacerdote abusador abusa también de su ministerio sagrado y de su posición de autoridad en la Iglesia. Los fieles católicos aplaudimos los esfuerzos justos para erradicar de nuestra Iglesia esa plaga tan sucia y dañina.

La investigación más amplia del fenómeno de los abusos sexuales de menores por sacerdotes católicos es el John Jay Report de 2004, elaborado por un Colegio universitario de Justicia Criminal de Nueva York. Ese reporte, que está disponible en Internet en una versión abreviada de 155 páginas, analiza todas las denuncias no retiradas ni desmentidas de abuso sexual de menores por parte de sacerdotes católicos en los Estados Unidos en el período 1950-2002. El total de sacerdotes denunciados fue 4.392, el 4,0% de los sacerdotes activos en esos años (cf. op. cit., p. 6). Las denuncias correspondieron a 10.667 individuos (cf. Ibídem, p. 7). El 22,4% de las denuncias se referían a violaciones o intentos de violación (cf. Ibídem, p. 9). De este estudio se puede extraer conclusiones válidas también en otros países, dado que la llamada (de modo impreciso) «pedofilia en el clero» tiene características parecidas en muchos sitios.

Aunque la prensa se ha ocupado mucho más de los casos de abuso sexual cometidos por sacerdotes católicos que de los demás casos (mucho más numerosos), el abuso sexual de menores no es un problema exclusiva ni principalmente católico. Se da en proporciones similares en todas las comunidades religiosas y en los grandes grupos profesionales. A menudo se intenta explotar esos abusos en clave anticatólica, con la intención de desacreditar a la Iglesia y privarla de autoridad moral para seguir enseñando su doctrina, que es un excelente antídoto contra el veneno de esos y otros crímenes. También el abuso de los abusos sexuales es muy negativo: privar a una víctima de su fe y de su esperanza no es menos grave que privarla de su virginidad.

La evolución histórica del fenómeno es clara: el número de incidentes, relativamente bajo en 1950, creció mucho en los años ’50 y ’60, alcanzó un pico en los ’70, decreció fuertemente en los ’80 y ’90 y volvió en 1995-2002 al nivel de 1950 (cf. Ibídem, p. 28). Después de 2002 los casos denunciados siguieron bajando. Sin embargo, la gran mayoría de las denuncias son posteriores a 1990. Esto se explica porque muchas víctimas presentan sus denuncias ante las autoridades eclesiásticas muchos años después de los hechos denunciados. En cuanto al manejo de las denuncias, hubo un poco de todo, pero en la mayoría de los casos los sacerdotes con acusaciones fundadas fueron suspendidos o destituidos o bien renunciaron o se retiraron (cf. Ibídem, pp. 95-98). Aunque con lentitud, errores y dificultades, es innegable que la Iglesia Católica obtuvo resultados importantes en su lucha contra la pedofilia en el clero. Entonces, ¿por qué sigue en la mira por escándalos sexuales? Indicaré dos razones, una de ellas inquietante.

La primera razón es una suerte de inercia: los casos del pasado siguen dando que hablar. Por ejemplo, un reciente reporte de un Gran Jurado de Pennsylvania analizó las denuncias de abuso sexual de menores por parte de 300 sacerdotes católicos en ese Estado a lo largo de 70 años. Empero, la gran mayoría de esos sacerdotes ya han muerto o han sido expulsados del estado clerical. 

La segunda razón tiene que ver con un dato clave del John Jay Report de 2004 que fue corroborado por otros estudios pero en general ha sido ignorado, minimizado o malinterpretado por la prensa: el 81% de los menores abusados por sacerdotes eran varones (cf. Ibídem, pp. 9 y 68). Por «corrección política», se ha tendido a ocultar o negar la importancia del componente homosexual del problema de la pedofilia en el clero.

Hasta ahora la Iglesia abordó ese problema desde una óptica algo estrecha, centrándose tanto en los abusos sexuales de menores que descuidó el problema de la mala conducta sexual de un grupo de clérigos bastante más amplio que el de los sacerdotes pedófilos. El reciente y explosivo ViganòGate ayuda a tomar conciencia de que, mientras la Iglesia combatía los abusos sexuales de menores, siguieron creciendo dentro de ella verdaderas redes de sacerdotes homosexuales que se apoyan y encubren entre sí. Este encubrimiento no siempre se limita a su doble vida y sus violaciones sistemáticas del celibato sacerdotal, sino que a veces se extiende a crímenes cometidos por algunos de ellos con inclinación pedófila. Curar esta segunda herida de la Iglesia, hasta ahora tan oculta, es importante en sí mismo, pero también para contribuir a sanar la herida de la pedofilia en el clero. Además, la red de complicidades se extiende a muchos sacerdotes u obispos «progresistas» que comparten con el lobby homosexual el deseo de cambiar radicalmente toda la moral sexual católica.

Dentro de la tristeza general del asunto, los acontecimientos recientes son paradójicamente un motivo de esperanza. En estos tiempos del #MeToo, se está generando una especie de #CatholicMeToo, que no se limitará, como hasta ahora, a denunciar los abusos de menores, sino que abarcará todas las formas de acoso sexual o conducta sexual inapropiada, incluso entre adultos. Esto ayudará a la Iglesia a fortalecerse y enfrentar con mayor decisión sus problemas.

Termino con una profesión de fe personal: creo firmemente que, pese a todos los pecados de sus miembros, la Iglesia Católica es siempre la Esposa de Cristo, hecha Santa e Inmaculada por su Divino Esposo: un nosotros divino-humano que es santo porque Dios es Santo.

(Artículo publicado originalmente el 27/09/2018 en el diario El Observador de Montevideo, bajo el pseudónimo «Bonifacio de Córdoba»).

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Nacionalismos

Daniel Iglesias Grèzes

¿Qué es el nacionalismo? El Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) indica dos acepciones de la palabra «nacionalismo»: «1. Sentimiento fervoroso de pertenencia a una nación y de identificación con su realidad y con su historia. 2. Ideología de un pueblo que, afirmando su naturaleza de nación, aspira a constituirse como Estado.» Por otra parte, el DRAE indica cuatro acepciones de la palabra «nación», de las que citaré dos: «1. Conjunto de los habitantes de un país regido por el mismo Gobierno. (…) 3. Conjunto de personas de un mismo origen y que generalmente hablan un mismo idioma y tienen una tradición común.» En síntesis, podría decirse que el nacionalismo es la idea de los integrantes de un pueblo que los impulsa a querer vivir juntos como nación, en un mismo Estado.

Supongo que la siguiente cuestión interesará a más de un lector: ¿El nacionalismo es compatible con el cristianismo? Desde el punto de vista de la moral cristiana, cabría distinguir entre un «nacionalismo bueno» (al que se suele llamar «patriotismo») y un «nacionalismo malo», que no respeta el deber moral de amistad y de justicia hacia las demás naciones del mundo.

Los principios de solidaridad y de subsidiariedad, propios de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI), se aplican en todos los niveles, incluso el nivel internacional: todos somos responsables de cada individuo, pueblo y nación (solidaridad); pero lo somos dentro de un orden en el que cada individuo, pueblo y nación conserva su propio ámbito de libertad, de tal modo que los organismos internacionales no existen para absorber o eliminar los Estados nacionales, sino para ayudarlos a alcanzar de un modo más fácil, completo y perfecto su propio bien (subsidiariedad).

El mandamiento divino del amor al prójimo se aplica a todos los seres humanos; pero es obvio que mis deberes para con mis hijos son mucho mayores que mis deberes para con los hijos de mi vecino. Tengo la responsabilidad directa y primaria de mantener y educar a mis propios hijos. En cambio, con respecto a los hijos de mi vecino esa responsabilidad no es mía, sino de mi vecino. Mi responsabilidad hacia ellos es generalmente subsidiaria e indirecta. Este principio fundamental, que es tan evidente en el nivel de las familias, se aplica también analógamente en el nivel de las naciones. Se debe respetar la soberanía de cada nación, y ayudar a las demás naciones en caso de que esa ayuda sea necesaria o conveniente. Como solía decir un santo del siglo XX: «Que cada palo aguante su vela».

Así como, si se respetan los principios de solidaridad y subsidiariedad, el amor especial de cada ciudadano por su propia familia no impide sino que favorece la unión de todos los ciudadanos en una sola nación, así también los nacionalismos o patriotismos de los distintos pueblos no impiden sino que favorecen la unión de todas las naciones en una sola humanidad. Por lo tanto, no es correcto, como suele hacerse hoy en día, identificar el nacionalismo con la xenofobia, el racismo o el imperialismo, aunque algunas formas de nacionalismo estén en mayor o menor grado contaminadas por esos elementos negativos. Más aún, dentro de ciertos límites razonables, tampoco esa contaminación obliga a descartar totalmente los nacionalismos contaminados. También en esos casos es preciso usar el discernimiento para separar la paja del trigo y para no tirar al bebé junto con el agua sucia de la bañera.

Conviene tener presentes estas nociones básicas al evaluar el actual y creciente conflicto político entre el «globalismo» (o internacionalismo) y el nacionalismo, o mejor dicho los nacionalismos. Es preciso reconocer que la globalización, pese a sus muchos aspectos positivos, trae consigo también aspectos negativos, que suelen ser minusvalorados por los «globalistas», es decir los partidarios de la globalización a ultranza. Estos a menudo son liberales que sueñan con un mundo sin fronteras, donde circulen con total libertad los bienes, los servicios, las personas, la información, el dinero, etc.

La DSI nos invita a valorar la libertad económica sin idolatrarla, reconociendo tanto sus ventajas como sus desventajas. Consideremos por ejemplo el caso de las migraciones. Es cierto que existe un derecho a emigrar (y también —no lo olvidemos— un derecho, aún más fundamental, a no emigrar), pero no existe el deber moral y legal de una nación de acoger una inmigración masiva de un modo totalmente indiscriminado, independiente de su magnitud cuantitativa y de cualquier característica de los inmigrantes. Por razones prudenciales, todo Estado tiene derecho a regular de un modo justo la inmigración, de modo de respetar tanto los derechos de los inmigrantes, hacia los cuales tenemos como nación una responsabilidad subsidiaria, como los derechos de los ciudadanos naturales del país, hacia los cuales tenemos como nación una responsabilidad primaria. Por lo tanto, no puede calificarse a priori como anticristiano cualquier intento de eliminar la inmigración ilegal o de disminuir la inmigración legal. Cada propuesta debe ser estudiada con base en los principios de la moral social y teniendo muy en cuenta las circunstancias concretas del país y del momento presente.

(Artículo publicado originalmente el 07/11/2018 en el diario El Observador de Montevideo, bajo el pseudónimo «Bonifacio de Córdoba»).

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La gran apuesta de un ecologista y un economista

Daniel Iglesias Grèzes

Después de la II Guerra Mundial, el neomalthusianismo fue ganando espacios en los medios de comunicación social, causando una alarma pública sobre la presunta “explosión demográfica” e influyendo cada vez más en las políticas gubernamentales. Se empezó a asociar el crecimiento demográfico y la crisis ambiental, y cundió el pánico sobre una próxima catástrofe ecológica que sería causada básicamente por la superpoblación. El control de la natalidad, propuesto como solución principal, encontró una aceptación popular creciente. En ese período se describió por primera vez a la humanidad como un cáncer en el cuerpo del planeta y se propusieron ideas tales como una licencia para tener bebés, cuya unidad sería el “deciniño”. Una acumulación de diez deciniños por compra, herencia o donación permitiría a una mujer tener un hijo legalmente.

El entomólogo estadounidense Paul R. Ehrlich (1932-), especialista en mariposas, dio un gran impulso al catastrofismo neomalthusiano con su best-seller de 1968: The Population Bomb [La bomba de la población]. El autor presenta su visión alarmista en el prólogo del libro: “La batalla para alimentar a toda la humanidad se ha acabado […] En la década de los 70 y 80, centenares de millones de personas morirán de hambre a pesar de cualquier programa de choque que se emprenda ahora. A estas alturas nada puede impedir un sustancial incremento en la tasa de mortalidad mundial, aunque muchas vidas podrían ser salvadas mediante drásticos programas para ampliar la capacidad de la tierra incrementando la producción alimentaria y distribuyendo más equitativamente el alimento disponible. Pero estos programas sólo proporcionarán un aplazamiento a menos que se acompañen con esfuerzos decididos y exitosos de control de la población.”

Ehrlich hizo muchas predicciones catastrofistas, como por ejemplo que la India estaba esencialmente condenada al apocalipsis demográfico y que Inglaterra no existiría en el año 2000. Para evitar esa catástrofe, propuso varios métodos coercitivos de control demográfico, por ejemplo la adición de sustancias anticonceptivas en la comida. Ninguna de esas predicciones catastrofistas de Ehrlich se cumplió, ni siquiera remotamente.

En 1980, el economista estadounidense Julian L. Simon (1932-1998) desafió a Ehrlich por medio de una apuesta. Según el neomalthusianismo, las materias primas del planeta serían cada vez más escasas con respecto a la población, por lo que sus precios aumentarían. Simon apostó mil dólares que cualquier materia prima que Ehrlich eligiera no subiría de precio, descontando la inflación, en cualquier período mayor que un año. Ehrlich bromeó diciendo que Simon era la prueba de que “lo único que no se está acabando en la Tierra son los idiotas”. Aceptó la apuesta y, aconsejado por su amigo John P. Holdren (posteriormente asesor principal del Presidente Obama en ciencia y tecnología), eligió una combinación de cinco materias primas (cobre, cromo, níquel, estaño y tungsteno) y un período de diez años. De 1980 a 1990 la población mundial creció en más de 800 millones de personas, el mayor crecimiento registrado hasta ese momento en una década. Sin embargo, en 1990 Ehrlich perdió la apuesta de un modo aplastante: descontando la inflación, los cinco materiales seleccionados bajaron de precio; y algunos precios bajaron más de un 50 %.

En esencia, Ehrlich y Simon veían a los seres humanos, en relación con la economía, de dos formas contrarias: Ehrlich (como Malthus) los ve principalmente como una carga, mientras que Simon los veía principalmente como activos productivos, porque en general la gente encuentra o crea más recursos que los que consume. Para cuestionar la visión malthusiana de la economía, Simon solía preguntar a los estudiantes: “¿Por qué el PBI per cápita de la nación aumenta cada vez que nace un ternero, y cae cada vez que nace un bebé?” Buena pregunta. Quizás necesitemos una medida mejor de la economía…

Concluyo con una nota de historia de la Iglesia. En los años 80 del siglo XX Julian Simon fue recibido por Juan Pablo II, lo cual lo llenó de orgullo. Solía decir: “No son muchos los muchachos judíos de Nueva Jersey que son invitados a tener una audiencia con el Papa”.

A principios de 2017 tuvo lugar en el Vaticano una conferencia sobre la extinción de especies, organizada por la Pontificia Academia de las Ciencias y la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales. Paul Ehrlich, catastrofista impenitente, participó como expositor. Desde el mismo centro de la catolicidad, Ehrlich abogó por la anticoncepción y el control de la población como herramientas esenciales para el “desarrollo sostenible”, sin que nadie lo contradijera. Más aún, el obispo argentino Marcelo Sánchez Sorondo, Canciller de las dos Academias citadas, alabó el papel de la educación para evitar las familias numerosas.

¿Un signo de los tiempos? Respondo con un lema de los monjes cartujos: “La Cruz permanece en pie, mientras el mundo gira”.

(Artículo publicado originalmente el 22/05/2018 en el diario El Observador de Montevideo, bajo el pseudónimo «Bonifacio de Córdoba»).

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Libros

Por el contrario…

Disponible en dos formatos:

Autor: Daniel Iglesias Grèzes

Título: Por el contrario…

Subtítulo: Aportes para una contracultura cristiana

Editor: Autopublicación en Amazon.

Edición: Segunda.

Año de publicación: 2020.

Tamaño: 249 páginas.

Presentación. Este libro comprende 81 capítulos, agrupados en seis grandes áreas temáticas: Ciencia, razón y fe, ¿Crisis climática?, Filosofía social y política, La Iglesia y la persona humana, En el mundo, En el Uruguay. 65 capítulos provienen de los artículos que publiqué en El Observador en 2017-2020.

El título de este libro refleja el hecho de que gran parte de su contenido contradice a las corrientes de pensamiento predominantes en nuestra cultura contemporánea. Estoy convencido de que el cristianismo (y más concretamente el catolicismo) constituye hoy la verdadera contracultura, en la que los seres humanos podemos redescubrir el modo de vivir una vida buena y de construir una sociedad más humana y fraterna. También pienso que desde mediados del siglo XX la cultura católica sufrió un gran colapso y que ahora necesita una suerte de renacimiento o renovación. Concibo esta obra como un humildísimo aporte en esa dirección.

Contenido. La obra consta de un prólogo y 81 capítulos. A continuación indico los títulos de los distintos capítulos:

1El Big Bang y el origen del universo
2El multiverso, último refugio del ateísmo
3La muerte anunciada del «ADN basura»
4La matemática desafía a Darwin
5La caja negra de Darwin
6La duda horrible de Darwin
7Darwinismo social
8Una utopía materialista: el transhumanismo
9La larga sombra de Malthus
10La gran apuesta de un economista y un ecologista
11La humanidad vista como amenaza
12Misantropía verde
13¿Hacia un mundo feliz?
14Los oscuros fundamentos de la revolución sexual
15El abuso de las estadísticas
16¿Estamos destruyendo el clima de la Tierra?
17¿Quién ganó «la apuesta del clima»?
18Catastrofismo climático y revueltas populares
19De no mediar una «conversión ecológica», ¿la Tierra arderá en 2030?
20Siete catástrofes que no ocurrieron
21¿Descarbonización para salvar al planeta?
22¿Hay un calentamiento global antropogénico catastrófico? ¿Qué debemos hacer?
23Socialcristianismo
24Nacionalismos
25Populismos
26Secularismo
27Conservadurismo
28Socialismo corporativo
29Globalismo
30Cienciocracia
31La sociedad y la apuesta de Pascal
32¿Fronteras abiertas?
33Hablemos de dinero
34La ideología de género, última encarnación del progresismo
35La neolengua progresista
36Tres odios del progresismo
37El drama del humanismo ateo
38¿Hacia un liberalismo integral?
39Defensa del monoteísmo cristiano
40Anticristianismo
41Homenaje a Juan Pablo II
42La Iglesia Católica y la crisis post-conciliar
43Los abusos sexuales en la Iglesia Católica
44El Evangelio según Scalfari
45El Sínodo de la Pachamama
46El Papa Francisco y la izquierda
47La Opción Benito
48Ateísmo y pecado
49Fin de año
50Suboptimización
51El gran secreto del Islam
52El primer gran error de los verdes
53Ricos y pobres
54Control demográfico
55Google, no seas mala
56Rumbo a la plutocracia
57Homenaje a Solzhenitsyn
58China, la gran superpotencia emergente
59La pandemia de Xi
60La pandemia de COVID-19 y la agenda progresista
61Los mejores enemigos que el dinero puede comprar
62¿Hacia el fin del aborto legal en Estados Unidos?
63El estratega de Trump
64Noticias falsas
65Trump puede ser reelecto
66«La base de nuestra sociedad»
67Divorcio exprés
68Alquiler de vientres
69El recurso de referéndum contra la Ley Trans
70Demografía y destino
71Estatismo
72Vacas gordas y vacas flacas
73El aborto «legal» en Uruguay
74Reflexiones éticas sobre las próximas elecciones
75Opacidad en el Estado
76Mala educación
77La Constitución olvidada
78El drama económico de José
79Una nueva embestida de la cultura de la muerte
80Uruguay: una bomba de tiempo demográfica
81Ponzi y el BPS
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Revista

Fe y Razón N° 133

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En septiembre de 2018 el Centro Cultural Católico «Fe y Razón», de Montevideo (Uruguay), publicó el N° 133 de su revista «Fe y Razón». Por primera vez la revista se publicó en formato impreso, además del habitual formato digital; y por primera vez la revista está disponible en Amazon. Véase: Fe y Razón N° 133.

Este número contiene dos artículos de Daniel Iglesias Grèzes:

  • El ocaso del ateísmo
  • Reflexiones sobre el progresismo
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Libros

El aborto: la vergüenza de nuestra época

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Disponible como libro impreso

Autor: Bruno Moreno Ramos, Luis Santamaría del Río, Luis Fernando Pérez Bustamante, Miguel Serrano Cabeza, Juanjo Romero, Guillermo Juan Morado, Remedios Falaguera, Luis Ignacio Amorós, Pedro Trevijano Etcheverría, Daniel Iglesias Grèzes, Isaac García Expósito, Eleuterio Fernández Guzmán, Patricio Acevedo, Fernando Sebastián Aguilar, Jose María Iraburu y Maricruz Tasies-Riba.
Título: El aborto: la vergüenza de nuestra época
Editor: Editorial Vita Brevis
Colección: InfoCatólica
Edición: Primera
Año de publicación: 2011
Tamaño: 203 páginas
Dimensiones: 15 cm x 22,5 cm
ISBN: 978-1-4466-2333-6
Presentación. Nuestra época puede sentirse justamente orgullosa de muchas cosas: asombrosos adelantos de tipo técnico, prosperidad económica o la creación de organizaciones internacionales para tratar conjuntamente los problemas mundiales.

Estos logros, sin embargo, pueden enmascarar terribles carencias. La legitimidad y la salud moral de una sociedad se miden, ante todo, por su actitud ante los pequeños y los débiles. Y, en ese aspecto, la situación de nuestro mundo y, en particular, de nuestras sociedades occidentales no podría ser más desoladora.

En todo el mundo, se producen unos 45 millones de abortos provocados al año, es decir, muchas más muertes que en las peores guerras de la Historia.

Como dice el título de este libro, el aborto es la vergüenza de nuestra época. Una vergüenza que todos los aspectos positivos de nuestras sociedades no pueden borrar ni ocultar. Nuestros nietos se preguntarán cómo pudimos tolerar lo intolerable y el dedo acusador de la Historia nos señalará a través de los siglos.

Este libro está formado por una recopilación de los mejores artículos relativos al aborto de los colaboradores del portal InfoCatólica.

Nota: Tres de los 35 artículos que conforman este libro son de Daniel Iglesias Grèzes:

  • ¿Por qué el aborto debe ser penalizado? (pp. 41-49).
  • Objeciones contra la ilegalidad del aborto (pp. 121-134).
  • No pensarás (pp. 172-175).
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Libros

Escatología y Apologética

Autor: Daniel Iglesias Grèzes

Título: Escatología y Apologética

Editor: Ediciones del Alcázar

Edición: Primera

Año de publicación: 2011

Tamaño: 38 páginas

Contenido. Este escrito consta de cinco partes, a saber:
1. En la primera parte se presentan algunos datos sociológicos que muestran que en el Occidente actual coexisten tres doctrinas principales sobre las realidades últimas, a las que llamo: la escatología del ateísmo materialista, la escatología del panteísmo reencarnacionista y la escatología católica.
2. La segunda parte es una crítica de la escatología del ateísmo materialista.
3. La tercera parte es una crítica de la escatología del panteísmo reencarnacionista.
4. La cuarta parte es una defensa de la escatología católica.
5. La quinta y última parte es una crítica de las desviaciones heterodoxas en la escatología católica contemporánea.

Disponible en: Revista «Fe y Razón», N° 66 (Marzo de 2012), como artículo

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Libros

Sintió compasión de ellos

Daniel-Compasion

Disponible en dos formatos:

Autor: Daniel Iglesias Grèzes

Título: Sintió compasión de ellos

Subtítulo: Escritos teológico-pastorales

Editor: Autopublicación en Lulu

Edición: Primera

Año de publicación: 2008

Tamaño: 156 páginas

Presentación. Este libro es una colección de escritos teológico-pastorales. Tiene tres Partes: 1) Discusiones en torno a la Conferencia de Aparecida. 2) Aportes al IV Sínodo Arquidiocesano de Montevideo. 3) Otros escritos teológico-pastorales. El Epílogo trata acerca de un tema de teología dogmática: si la Iglesia es “sacramento del mundo”.

Texto de contratapa. «Al amanecer, treinta jóvenes salieron corriendo al claro del bosque, se ubicaron cara al sol y empezaron a inclinarse, saludar, postrarse, levantar los brazos, arrodillarse. Y así durante un cuarto de hora.

Si los miráramos desde lejos podríamos creer que están rezando.

Actualmente a nadie le extraña que el hombre sirva cada día a su cuerpo con paciencia y atención.

Pero qué ofendidos estarían todos si sirviera de esta manera a su espíritu.

No, no era una oración. Era la gimnasia matutina.»

(Alexander Solyenitzin, Empezando el día, en: Alejandro Solyenitzin, Cuentos en miniatura, Emecé Editores, Buenos Aires 1968, p. 15).

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Id por todo el mundo y proclamad el Evangelio

Daniel-Evangelio

Disponible en dos formatos:

Autor: Daniel Iglesias Grèzes

Título: Id por todo el mundo y proclamad el Evangelio

Subtítulo: Exposición de algunos puntos de la doctrina católica

Editor: Autopublicación en Lulu

Edición: Primera

Año de publicación: 2008

Tamaño: 182 páginas

Presentación. Este libro es una exposición de algunos puntos de la fe católica. Trata temas de teología bíblica, teología dogmática, teología moral y liturgia. En el epílogo se reflexiona sobre la situación religiosa del Uruguay.

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Cristianos en el mundo, no del mundo

Daniel-Cristianos

Disponible en dos formatos:

Autor: Daniel Iglesias Grèzes

Título: Cristianos en el mundo, no del mundo

Subtítulo: Escritos de teología moral social y temas conexos

Editor: Autopublicación en Lulu

Edición: Primera

Año de publicación: 2008

Tamaño: 168 páginas

Presentación. En este libro se analizan distintos temas de moral social desde el punto de vista de la fe católica. Algunos de los temas tratados son: el derecho a la vida, el matrimonio y la familia, la libertad de educación, la acción política de los católicos, la relación entre el cristianismo y las principales ideologías, la globalización, etc.

Texto de contratapa. «Los cristianos se apartan de su deber, … no cuando actúan como miembros de una comunidad, sino cuando lo hacen por fines temporales o de manera ilegal; no cuando adoptan la actitud de un partido, sino cuando se disgregan en muchos. Si los creyentes de la Iglesia primitiva no interfirieron en los actos del gobierno civil, fue simplemente porque no disponían de derechos civiles que les permitiesen legalmente hacerlo. Pero donde tienen derechos la situación es distinta, y la existencia de un espíritu mundano debe descubrirse no en que se usen estos derechos, sino en que se usen para fines distintos de los fines para los que fueron concedidos. Sin duda pueden existir justamente diferencias de opinión al juzgar el modo de ejercerlos en un caso particular, pero el principio mismo, el deber de usar sus derechos civiles en servicio de la religión, es evidente. Y puesto que hay una idea popular falsa, según la cual a los cristianos, en cuanto tales, y especialmente al clero, no les conciernen los asuntos temporales, es conveniente aprovechar cualquier oportunidad para desmentir formalmente esa posición, y para reclamar su demostración. En realidad, la Iglesia fue instituida con el propósito expreso de intervenir o (como diría un hombre irreligioso) entrometerse en el mundo. Es un deber evidente de sus miembros no sólo asociarse internamente, sino también desarrollar esa unión interna en una guerra externa contra el espíritu del mal, ya sea en las cortes de los reyes o entre la multitud mezclada. Y, si no pueden hacer otra cosa, al menos pueden padecer por la verdad, y recordárselo a los hombres, infligiéndoles la tarea de perseguirlos.» (John Henry Newman, Los arrianos del siglo IV).

 

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Soy amado, luego existo

Daniel-Darwinismo

Disponible en Lulu en dos formatos:

Autor: Daniel Iglesias Grèzes

Título: Soy amado, luego existo

Subtítulo: Reflexiones sobre el darwinismo, el diseño inteligente y la fe cristiana

Editor: Centro Cultural Católico «Fe y Razón»

Edición: Primera

Año de publicación: 2012

Tamaño: 166 páginas

Presentación. Este libro es una crítica científica, filosófica y teológica de la teoría darwinista de la evolución, una defensa de la teoría del diseño inteligente y una reflexión sobre las relaciones de ambas teorías con la fe cristiana.

Contenido. El libro contiene un prólogo, diez capítulos y un epílogo. A continuación reproducimos los títulos de los capítulos:

1. Introducción al darwinismo – 2. Introducción a la crítica científica del darwinismo – 3. Críticas científicas al darwinismo. Proceso a Darwin – 4. Críticas científicas al darwinismo. La caja negra de Darwin – 5. Introducción a la teoría del diseño inteligente – 6. El debate sobre el diseño inteligente – 7. La doctrina católica sobre la creación y la evolución – 8. El debate teológico sobre la evolución – 9. El Big Bang y la creación del universo – 10. El diseño inteligente del universo. El planeta privilegiado.

 

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Vosotros sois la sal de la tierra

Daniel-SalTierra

Disponible en Lulu en dos formatos:

Autor: Daniel Iglesias Grèzes

Título: Vosotros sois la sal de la tierra

Subtítulo: El choque entre la civilización cristiana y la cultura de la muerte

Editor: Centro Cultural Católico «Fe y Razón»

Edición: Primera

Año de publicación: 2011.

Tamaño: 212 páginas

Presentación. Este libro trata sobre el choque entre la vida cristiana y la cultura individualista y secularista en el mundo actual. Entre otros temas, se refiere a las relaciones entre cristianismo, liberalismo y socialismo, a la defensa de la vida y de la familia, y al voto ético. Contiene una presentación a cargo del Dr. Gustavo Ordoqui Castilla, miembro de la Pontificia Academia Pro Vida.

Contenido. El libro contiene un prólogo, cuatro partes divididas en 25 capítulos, un apéndice y un anexo. A continuación reproducimos los títulos de las partes y de los capítulos:

Parte 1. Cristianos en el mundo – Capítulos: 1. Los desafíos éticos y sociales de la técnica – 2. Dos antropologías en conflicto – 3. La acción política de los católicos – 4. La civilización del amor – 5. Vida cristiana y comunidades cristianas – 6. El testimonio cristiano en la ciudad secular – 7. El secularismo “a la uruguaya” – 8. Cristianismo y relativismo – 9. De 1968 a 2008 – 10. La limosna y el desarrollo

Parte 2. Cristianismo, liberalismo y socialismo – Capítulos: 11. Catolicismo y liberalismo – 12. La Iglesia Católica y el capitalismo – 13. El liberalismo según Juan Pablo II – 14. Marx y el marxismo – 15. El socialismo según Juan Pablo II

Parte 3. Defensa de la vida y de la familia – Capítulos: 16. Por qué el aborto debe ser penalizado – 17. Objeciones contra la ilegalidad del aborto – 18. “No pensarás” – 19. El aborto es un doble atropello – 20. Acerca de la eutanasia – 21. Una victoria pro-vida con sabor amargo: el fracaso de la legalización del aborto en Uruguay de 2008 – 22. Otras iniciativas políticas contra la familia

Parte 4. El voto ético – Capítulos: 23. El bien proviene de una causa íntegra – 24. Un silogismo para católicos en tiempos electorales – 25. Las elecciones nacionales y la legalización del aborto

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En el principio era el Logos

Daniel-Logos

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Disponible en:

Autor: Daniel Iglesias Grèzes

Título: En el principio era el Logos

Subtítulo: Apologética católica en diálogo con los no creyentes

Año de publicación: 2011

Presentación. Este libro es la primera parte de una trilogía apologética que el autor espera poder completar algún día. Su tema es la “demostración religiosa”, el primero de los tres pasos del proceso apologético que tiende hacia la fe católica. Por consiguiente, se trata de una propuesta y una defensa racionales del monoteísmo cristiano.

Contenido. El libro contiene una presentación del Pbro. Dr. Antonio Bonzani, Rector de la Facultad de Teología del Uruguay “Monseñor Mariano Soler”, un prólogo, dieciocho capítulos, agrupados en dos Partes (1. Dios – 2. El hombre y la religión), un epílogo, tres apéndices y una bibliografía recomendada. A continuación reproducimos los títulos de los capítulos:

  1. Nuevos datos de la ciencia que apuntan hacia el Creador – 2. El origen del universo – 3. Creación y evolución. Aclaraciones preliminares – 4. Creación y evolución no se oponen – 5. El milagro de los monos literatos – 6. Más críticas al darwinismo – 7. Posturas insatisfactorias sobre el darwinismo y el movimiento ID en ambientes católicos – 8. Las pruebas clásicas de la existencia de Dios – 9. Las pruebas de la existencia de Dios que parten del hombre – 10. Objeciones contra la existencia de Dios – 11. El conocimiento de Dios según la doctrina católica – 12. Dios puede hacer milagros – 13. La finalidad del universo – 14. Un encuentro con el nuevo ateísmo – 15. Errores comunes del pensamiento ateo – 16. ¿Qué es el hombre? – 17. Las implicaciones antropológicas de la vida moral – 18. El hombre, ser religioso.

Texto de la contratapa:

“Dos cosmovisiones principales se disputan la adhesión de las mentes y los corazones de los hombres y mujeres de nuestro tiempo, especialmente en el ámbito de nuestra civilización occidental: el cristianismo y el ateísmo materialista.

Una forma sencilla de captar la diferencia esencial entre estas dos cosmovisiones es dirigir la mirada a los orígenes. Para la fe cristiana, en el principio no era el caos, ni la confusión, ni la oscuridad, ni el azar, ni la nada, ni el vacío, ni el absurdo, ni el sinsentido (como postulan las diversas variantes del materialismo), sino el Logos, la Palabra o Razón, la Palabra Razonable, que estaba en Dios y era Dios. El Dios que es Luz y Vida es también el inteligentísimo Diseñador que, en el principio, creó el cielo y la tierra, todo lo visible y lo invisible, dotando a nuestro universo material de ingeniosas y elegantes estructuras matemáticas. El Logos no es un subproducto tardío del azar y la necesidad, sino que existía en el principio, desde siempre, porque es Dios.

Nunca se insistirá lo suficiente sobre este hecho, que sitúa a la religión cristiana a una distancia abismal de cualquier forma de irracionalismo. La misma palabra griega Logos (=discurso racional, ciencia), que está en la raíz del nombre de tantas ciencias, designa al Hijo único de Dios, la segunda persona de la Santísima Trinidad, Aquel que, en la plenitud de los tiempos, se anonadó a Sí mismo en el misterio de la Encarnación.”

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Razones para nuestra esperanza

Daniel-Razones

Daniel-RazonesCE

Disponible en:

  • Editor: Centro Cultural Católico «Fe y Razón»
  • Editor: Credo Ediciones.

Autor: Daniel Iglesias Grèzes.

Título: Razones para nuestra esperanza.

Subtítulo: Escritos de apologética católica.

Presentación. Este libro es una colección de escritos apologéticos, que intentan presentar y defender los fundamentos racionales de la fe católica en Dios, en Jesucristo y en la Iglesia. A partir de la segunda edición contiene una presentación a cargo del Pbro. Miguel Antonio Barriola, Doctor en Sagrada Escritura y miembro de la Pontificia Comisión Bíblica.

Contenido. El libro tiene tres partes y veinte capítulos, a saber:

Parte 1 -Creo en Dios. Capítulos: 1 -Pruebas de la existencia de Dios. 2 -Objeciones contra la existencia de Dios. 3 -Errores del ateísmo y el cientificismo. 4 -Dios puede hacer milagros. 5 -La finalidad del universo.

Parte 2 -Creo en Jesucristo. Capítulos: 6 -Diálogo sobre la Santísima Trinidad. 7 -Objeciones contra la inspiración bíblica. 8 -Constantino no inventó el cristianismo. 9 -Descubrimientos arqueológicos. 10 -Testimonios no cristianos sobre Jesús. 11 -Cristo y Mitra. 12 -La reencarnación no existe. 13 -Los milagros de Jesús. 14 -Jesucristo es Dios Salvador.

Parte 3 -Creo en la Iglesia. Capítulos: 15 -El día del Señor. 16 -¿Sola Escritura? 17 -Ecumenismo. 18 -Tradición y Magisterio. 19 -El problema del pecado en la Iglesia. 20 -Creo en la Iglesia católica.